viernes, 18 de febrero de 2011

Las alteraciones en los biorritmos y el rendimiento deportivo (1).





Bajo la mayoría de lo que suponemos constante en nosotros y en el mundo que nos rodea, subyacen ritmos invisibles. La vida es un flujo continuo, pero el cambio no es caótico. La naturaleza rítmica de la vida en la tierra es, quizá, su prioridad más normal, a pesar de pasarse por alto. Aunque no podamos verlos o sentirlos, estamos rodeados de ritmos en la gravedad, los campos electromagnéticos, las ondas de luz, la presión del aire y el sonido. Todos los días a medida que la tierra gira sobre su eje, vivimos el cambio de la la luz y la oscuridad. El giro de la luna también mete a nuestra atmósfera en un ciclo de cambio. 


La noche sigue al día. Las estaciones cambian. Las mareas suben y bajan. Todos estos ritmos también se observan en los animales y las personas. También nosotros cambiamos, entrándonos sueño por la noche y estando activos durante el día. También nosotros exhibimos las rítmicas ondulaciones de nuestro planeta. 

Gay Gaer Luce, 1971




Extraído del libro: Rendimiento en ambientes extremos, página 265, escrito por Lawrence E. Armstrong. Edit: manuales desnivel. 



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