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jueves, 18 de julio de 2013

Diafragma pélvico: una parte importante del cuerpo y su bienestar: problemas y formas de trabajarlo.


“El diafragma pélvico forma parte de la regulación y adaptación física en funciones reproductivas, excretoras, circulatorias, estáticas y de movimiento.”

El suelo pélvico es el conjunto de músculos que se encuentra en el fondo de la pelvis menor y que, como se haría con un “cesto”, contiene y sostiene los órganos reproductivos y viscerales como el intestino grueso y la vejiga de hombre y mujer, manteniéndolos en su sitio y ayudando a que lleven a cabo sus funciones, como en el caso de la micción de la orina, la excreción de las heces del intestino grueso o las sensaciones sexuales de ambos sexos:

Reproductivos:
  • Mujer: útero, ovarios y vagina.
  • Hombre: próstata, conductos espermáticos internos, base del pene.


Viscerales:
  • Mujer y hombre: parte final del intestino grueso (colon sigmoide y ano), asas intestinales del intestino delgado, vejiga, uréteres.



Nervios y vasos:

Además de los órganos alberga los nervios y los vasos linfáticos y sanguíneos que regulan e irrigan dichos órganos; también tienen una influencia sobre la circulación y el tono nervioso de los miembros inferiores (varices, linfedema, celulitis, pesadez, molestias del ciático, etc.).

Los músculos que forman el diafragma o suelo pélvico se insertan sobre huesos como:

Hueso sacro: base de la columna vertebral, e, inteligentemente para los osteópatas: “llave” del cuerpo, más específicamente, del sistema de articulaciones y fascias del cuerpo, ya que un mínimo cambio en él provoca que el resto articulaciones y tejidos miofasciales corrija y adapte su posición para equilibrarse de nuevo.

Huesos iliacos: relacionados directamente con la manera en que se hace el apoyo del miembro inferior sobre el suelo poniendo a prueba a la estabilidad y, en consecuencia, el grado de gasto de energía (economía corporal). Además, son las paredes laterales del contenedor de vísceras, y del feto dentro del útero, que es la pelvis en general.

Debido a estas relaciones con nervios, vasos, músculos, huesos y articulaciones, el diafragma pélvico forma parte de la regulación y adaptación física en funciones reproductivas, excretoras, circulatorias (órganos y miembros inferiores), estáticas y de movimiento; y dependiendo de su estado será clave en la economía corporal ya que puede mejorar o empeorar la capacidad del cuerpo para realizar los cambios necesarios de manera que se den las funciones mencionadas dentro de un gasto de energía y comodidad (justa sensibilidad o no dolor) óptimos.

En el caso de no poder ser así y de que el diafragma pélvico se encuentre, desde el punto de vista físico, o sea, de un sistema miofascial, tenso y/o sin el tono correcto para funcionar o responder a las demandas del resto del cuerpo con normalidad (incapaz de adaptarse correctamente), se pueden dar casos de signos y sensaciones desagradables y de mala función.

Por esto es por lo que es interesante desde el punto de vista osteopático y *holístico trabajar y mejorar su tensión y capacidad de respuesta adecuadas en casos de (*en el fondo no importa el tipo de herramienta, todo es igual cuando se tiene un principio o fundamento general aplicable):

Problemas circulatorios del miembro inferior y la pelvis:
  • Hemorroides.
  • Estreñimiento.
  • Varices, “arañas”, etc.
  • Molestias en la zona de ingle, vejiga y útero.
  • Sensación de pesadez de piernas o pélvica.
  • Congestión linfática en miembros inferiores y órganos pélvicos.
  • Calambres y espasmos miembro inferior y órganos de la pelvis.

Problemas urogenitales:
  • Infección de vejiga.
  • Incontinencia urinaria.


Problemas en la mecánica o estructura corporal:
  • Escoliosis.
  • Lumbalgias.
  • Problemas discales.
  • Ciáticas y pseudociáticas.
  • Esguinces crónicos y de repetición en tobillos.
  • Dismetrías no anatómicas en los miembros inferiores (pierna larga, pierna corta).
  • Anteversión y retroversión pélvicas (son una fuente de problemas sobre todo o de manera especial en la mujer debido a las situaciones propias de esta: ciclos menstruales, parto, gestación, peso de los hijos, etc.).
  • Problemas de boca (la articulación de la boca: ATM es el último lugar donde se intentan adaptar las tensiones llegadas del resto del cuerpo en un intento de equilibrar las fuerzas internas y externas que buscan adaptación desde sus medios interno y externo, y forma una parte importante en el equilibrio cervical y general por la posición y situación de la cabeza, los oídos y los ojos).
  • Exceso de curvaturas anterior y posterior de la columna vertebral (hipercifosis o hiperlordosis.).


Problemas en la esfera genital:
  • Sequedad vaginal.
  • Problemas de fertilidad.
  • Picores genitales (vasos y nervios).
  • Dificultades en la gestación y en el parto.
  • Infecciones urogenitales debido a la mala vascularización y limpieza de órganos y mucosas.
  • Impotencia (cambios en la posición de los vasos y nervios que atraviesan el pubis pueden provocar este tipo de alteraciones).
  • Problemas menstruales con cambios en la sensibilidad, sangrado y frecuencia.


Problemas hormonales:
  • El quistes en los ovarios.
  • Producción de estrógenos.
  • Menopausia con un exceso de sofocos, cansancio, pérdida de minerales, etc.
  • Pérdida o alteración del sueño (glándulas hipófisis, hipotálamo, pineal, tienen una relación directa con las tensiones pélvicas a través de la duramadre y los huesos del cráneo; ver las relaciones sacrocraneales y terapia sacrocraneal).


Problemas digestivos (eliminación):
  • Estreñimiento.
  • Disbiosis intestinales.
  • Congestión abdominal.




También es importante evaluar el diafragma pélvico:
  • Antes del embarazo.
  • Durante y después del parto.
  • Tras golpes y accidentes.
  • Después de intervenciones quirúrgicas.
  • Tras infecciones por hongos (cándida), bacterias, etc.
  • Después de periodos con el DHIU o el anillo vaginal.
  • Ejercicio intenso o especialmente traumático para la zona: hípica, esquí, piragüismo, deportes de contacto, etc.).

 Técnica de corrección del diafragma pélvico:

Parte del cambio del exceso de tensión de este, y uno de los métodos más adecuados es la presión con uno o varios dedos sobre puntos determinados que normalmente coinciden con puntos gatillo (pequeñas zonas de entre 0,5 cm y 1,0 cm de superficie, especialmente sensible y reactiva entre las fibras del músculo o el ligamento).

De esta manera se dan cambios en la tensión y la sensibilidad que se hacen acompañar con el movimiento del tejido hasta que el mismo cuerpo muestra que es suficiente y el terapeuta con su percepción (entrenado para el caso), detecta que estos desaparecen (para saber más sobre el trabajo del terapeuta y la comunicación con el cuerpo, se recomienda ver información sobre el método de Antiterapia y su valoración de cambios en el cuerpo gracias a los tests de biofeedback).

Cuando hay una falta de tono se pueden llevar a cabo ejercicios para el aumento de este, siempre y cuando se haya procedido a mejorar el terreno o las condiciones que hacen que el diafragma haya perdido esta capacidad; sí no es así, y existe una problema de fondo, por ejemplo: un problema de nutrición, de cicatrices o de PH, los ejercicios igual que otros métodos de trabajo quizá no tengan efecto; por esto es recomendable valorar y mejorar el terreno antes de llevarlos a cabo o iniciar cualquier otra técnica.


Siempre que sea adecuado, se puede acompañar el trabajo con técnicas manuales de limpieza, de mejora de la circulación y “posición” viscerales (osteopatía visceral) y de esta manera añadir al tratamiento del diafragma pélvico una corrección que optimice su parte interna.

Para los nervios que lo regulan y que proceden de la zona lumbo-sacra, sería igual: mejorar su estado de manera que mejore el diafragma pélvico.



miércoles, 30 de enero de 2013

Osteopatía y las lesiones musicales: introducción.



Este post es la introducción a una serie dedicada a las lesiones más características en músicos de diferentes instrumentos, y su enfoque de valoración y tratamiento osteopático.

Las lesiones musicales son las que se producen en el ámbito del estudio y la práctica profesional de la música.

Estas lesiones aparecen como consecuencia de la sobrecarga de músculos y tendones, debido al movimiento repetitivo de estos.

Como en líneas generales y de manera teórica, cada instrumento requiere de movimientos distintos; unas partes del cuerpo se sobrecargan más que otras, haciendo que existan unas lesiones más características para cada tipo de instrumento.

En los estudios que hay sobre este tema, se han llegado a diferenciar estas lesiones según el instrumento utilizado; al mismo tiempo, hacen hincapié en que más del 50% de los músicos podrán terminar sufriendo en algún momento de sus carreras, una lesión de estas características.

En la práctica, esto se puede comprobar y es coherente; sin embargo, un músico es más que un músico, y aunque normalmente sea una profesión a la que se dedica mucho tiempo y trabajo (en parte por la inevitable pasión que le acompaña), pudiendo ser el origen del problema; también influyen en él, circunstancias no profesionales, que, sin duda, habrá que tener en cuenta; siendo esto lo que iremos viendo (siempre desde un enfoque osteopático), para poder dar orientación y alivio a quien pueda necesitarlo.

Además, siempre ahí que tener en cuenta que un cuerpo con una buena capacidad de adaptación, integra de mejor manera los estímulos diarios, por lo que mostrará menos problemas y una mejor capacidad de aprendizaje.

Como es sabido, la osteopatía es una de las técnicas terapéuticas más utilizadas y extendidas para la solución de problemas del aparato musculoesquelético; de aquí que muchos médicos y fisioterapeutas dediquen una parte de su formación a este enfoque terapéutico, de tipo manual.

Ya que es en el sistema corporal donde la experiencia terapéutica y los estudios dicen que se dan este tipo de afectaciones, el enfoque osteopático puede ser muy útil, para el músico que las sufre.

Los instrumentos que se revisarán, serán:

  • Flauta travesera.
  • Guitarra.
  • Bajo.
  • Piano.
  • Batería.


Para empezar, se comparten unas tablas con algunas de las lesiones más comunes para cada instrumento*, realcionadas con un estudio de NexGrup, sobre “Patología Osteomuscular y de los nervios periféricos en el colectivo de músicos de orquesta“.






Pequeñas recomendaciones sobre la preparación antes de tocar, evitando en la medida de lo posible una sobrecarga de los grupos musculares.

Estas son fáciles, y de sentido común, ya que casi todo el mundo a practicado alguna vez ejercicio, siendo la preparación gradual de grupos musculares el objetivo del calentamiento antes de hacerlo, evitando la sobrecarga de trabajo de músculos y los tendones; un objetivo común para el deportista y el músico cuando el problema es el mismo:

  • Antes de empezar, hacer ejercicios de precalentamiento de los miembros superiores (también inferiores en el caso de baterías y pianistas).
  • Cuide su postura.
  • En la medida de lo posible, realice correctamente la técnica; una mala técnica, junto a correr, es uno de los errores que se repiten en muchos aprendizajes, generando un obre esfuerzo y gasto de energía excesivo; es una de las cosas que un profesor intentará corregir lo antes posible, para evitar problemas y mejorar los resultados.
  • Cuidar el calzado que se utiliza; muchos de los instrumentos se tocan de pie, y una adaptación a un mal calzado puede ser el origen de desviaciones de pelvis y de columna, que aumenten la tensión en músculos ligamentos, tendones y nervios, un gasto de energía y foco de o irritación, realmente problemático (hágase la prueba si se cree que el calzado no es el conveniente; los resultados de una mejora de la pisada, son espectaculares).
  • Cuide de su alimentación, esta le permitirá utilizar una energía esencial para cualquier aprendizaje y adaptación positiva a un trabajo físico e intelectual; también le aportara una buena capacidad de reparación de los elementos constitucionales de los tejidos del cuerpo; así como un sistema inmune adecuado que le proteja frente al medio (ponerse malo, puede ser trabajo perdido).
  • Varíe su ensayo; toque piezas que le requieran un grado de esfuerzo diferente, así su cuerpo tendrá tiempo para recuperarse de las más exigentes.
  • Descanse cada cierto tiempo; usted se conoce, obsérvese e intente descubrir el intervalo adecuado de trabajo y descanso; si esto lo hacen los mejores atletas porque es bueno para ellos, también puede serlo para usted (en caso de duda, pregunte a un experto para que le haga una tabla que se ajuste a sus necesidades).
  • Si vuelve a tocar después de haber pasado un tiempo largo sin hacerlo (vacaciones, lesiones, etc.), vuelva a ello de manera gradual. En el caso de lesiones, pregunte a su médico cual es la manera de hacerlo más aconsejable para le tipo de lesión que a tenido.
  • Por último, un pequeño consejo más allá de la mera técnica de preparación del cuerpo para el estudio o el trabajo de músico; descubra su cuerpo, y cuídelo, este le devolverá el favor con creces.


Enlace a Salud Musical, donde se encontraron las tablas que se muestran en el post: Salud Musical.

Artículo relacionado: Mí dieta: mí elección.


Petición de cita:
Telf. 665 197 613.