Mostrando entradas con la etiqueta Coordinación mano-ojo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Coordinación mano-ojo. Mostrar todas las entradas

miércoles, 5 de marzo de 2014

Estabilidad y coordinación.




La estabilidad es la capacidad para mantenerse estable sobre una base que se mueve (incluyendo un entorno cambiante) mientras se realizan actividades compensatorias.

La estabilidad se encuentra influenciada por las fuerzas físicas que generan al mismo tiempo el cuerpo y el entorno.

Para esto es necesario un movimiento o actividad que lo compense, y sistemas que perciban los cambios y respondan a ellos con eficacia.

Estas percepciones y respuestas requieren coordinación y equilibrio, lo que lleva a contracciones musculares que mueven extremidades, pelvis, tronco y cabeza.

Todo deporte es especialmente exigente en este sentido, por ello la importancia de mejorar lo relacionado con la capacidad coordinadora.

Capacidades coordinativas en el aprendizaje, la actividad regular y la competición:

Aprendizaje:

Las capacidades coordinativas y su desarrollo sin tensión (verAntiterapia), es la base de un buen aprendizaje sensorial y motor de la técnica, y es el sustrato de un buen desarrollo de la fuerza, por lo que han de ir antes o en paralelo al aprendizaje de otras disciplinas deportivas (cf. Gropler/Thiess, 1973, 513).

A su vez, determinan el grado de aprovechamiento del resto de condiciones físicas: fuerza, velocidad, flexibilidad y resistencia. Y facilitan la adaptación de las capacidades desarrolladas por la persona en otras actividades deportivas pudiendo ser aprovechado para la actividad en curso (surf, longboard, natación, atletismo, triatlón, etc.).

Por lo anterior, hace posible la adaptación del deportista de otra disciplina (futbol, rugby, baloncesto, patines, ciclismo, etc.) a los requerimientos y técnica de la actividad.

En definitiva, posibilita un mejor aprendizaje de la técnica y que el deportista alcance sus objetivos de aprendizaje, y, más tarde, de rendimiento.

Actividad regular y competición:

Las capacidades coordinativas ayudan a resolver situaciones inesperadas de forma rápida y sin perder el objetivo de vista (golpes de ola, cambios en la dirección de la bola, baches, etc.).

Permiten que el deportista no se descomponga ante un estímulo y que la respuesta sea acorde con sus objetivos.



Cuanto mejor sea la capacidad de coordinación menor será la tensión con la que el deportista responde a los estímulos y por lo tanto el gasto de energía y el número de lesiones también serán menores.

Su velocidad de respuesta además de económica será rápida; esencial a la hora de arrancarle un segundo a la inestabilidad del terreno, y, en general, al entorno.

¿De qué depende la coordinación?

Hasta la fecha no se dispone de estudios que hablen de manera definitiva sobre el tipo de componentes de la coordinación, ni la relación exacta que existe entre ellos; por lo que hay un amplio campo abierto a la investigación (entre otras empírica) a diferentes profesionales del cuerpo, tanto del deporte y el aprendizaje, como de la salud.

Un ejemplo son las pruebas de coordinación o agilidad, con tiempos de respuesta, grado de habilidad, etc. Para comprobar las adaptaciones del entrenamiento; y los tests de biofeedback (tests de láser y AR) como formas de identificar la calidad de la entrada y salida de estímulos (input y output) en relación al trabajo con estos sistemas y capacidades, aportándonos información sobre lo que, en términos de relación y dinamismo, sucede en el interior del cuerpo y sus posibilidades de respuesta y aprendizaje.




martes, 4 de diciembre de 2012

Mejorar la precisión del golpeo (golf, tenis, etc.): la vista y el equilibrio entre cabeza y pelvis.


Cualquier deporte requiere de la vista a la hora de ejecutar una acción.

En deportes en los que se a de golpear una pelota, ya sean: golf, tenis, squash, futbol, etc. La mirada tiene que quedar fija sobre el objeto mientras el cuerpo entero se coordina para golpearlo.

Se encargan de ello: ojos, oído interno, propiocepción de articulaciones y músculos; y coordinación refleja, que entre otras cosas estabiliza la cabeza y la pelvis. Al mismo tiempo todo esto garantiza un menor esfuerzo y gasto de energía.

Con la disminución del esfuerzo, baja el riesgo de lesión y deterioro de articulaciones y tejidos, mejorando el tiempo y la calidad de lo que se entiende como: “vida deportiva”.

Uno de los reflejos por los que se puede empezar a trabajar, es el de los cloacales; mejorando así el equilibrio de la cabeza sobre la pelvis.

La mejora de este reflejo, conlleva actividades que requieren levantarse del suelo desde la posición de “a gatas”, y estar de pie mientras se realiza ejercicios de coordinación de la pelvis respecto a la cabeza, y viceversa.


Otros reflejos y funciones que es recomendable trabajar:

  • Coordinación mano-ojo (tener en cuenta el ojo dominante).
  • Reflejo de Galant (independencia de un lado del cuerpo respecto al otro).
  • Reflejo tónico simétrico del cuello (acomodación e integración visuomotora).
  • Reflejo de Moro (respuesta a la flexión anterior y posterior del cuerpo).


Para conocer más sobre el tema:




Petición de cita:
Telf. 665 197 613.