miércoles, 20 de enero de 2016

Las actitudes y la conducta.

La valoración del objeto, la conducta o la creencia a partir de la que juzgamos y nos comportamos, es lo que se viene a llamar actitudLa disonancia, es la tensión que se origina entre la forma en la que uno se comporta y la actitud que tienen frente al origen del comportamiento.

Un ejemplo: Me gusta estudiar y aprender, entonces, voy al colegio todos los días.

Estudiar y aprender es la cosa sobre la que juzgo e ir todos los días a clase, la respuesta o elección que hago a partir de ello.

Lo que se entiende por actitud es el valor positivo o negativo de los estudios y de acudir a clase.

viernes, 28 de marzo de 2014

El encuentro. Frases nobles que interesan a la humanidad.



“Cada uno de nosotros tiene que ser para alguien una llave. Sin ella hay puertas que no se abrirán, puertas que no se cerrarán" Elie Wiesel. 

El encuentro y no el aislamiento es la primera y esencial riqueza humana, es a partir de este que se puede crear y cobra sentido la humanidad ante la animalidad o lo solamente instintivo, automático y repetitivo (en sus sentidos restrictivos, porque también los tienen positivos) que crea un agotamiento por tensión y esfuerzo.
El encuentro es lo primero y prácticamente lo único que tiene que ayudar a recuperar un terapeuta, el encuentro entre las diferentes partes del cuerpo para que se de el dinamismo y el crecimiento que este necesita, a partir de una ley que por mucho que no se quiera tener en cuenta no deja de padecerse si no es atendida:

“El cuerpo, y la persona, necesitan crecer”

El encuentro con las diferentes planos de la vida de esta y no sólo la parte corporal también forman parte de este.
Recuperar partes de uno integrando en vez de separando.  
El resto, que también es necesario, y todo un arte, es aportar recursos para que se produzcan los procesos.

Contacto. 

domingo, 23 de marzo de 2014

El terreno interno: afecciones por bacterias, hongos, parásitos, etc.




El climática y la distribución de los seres vivos.

Si se observan las distintas regiones geográficas del mundo uno se da cuenta de que son muy diferentes dependiendo de la latitud y altitud en la que se encuentren.

La Tierra está dividida en zonas climáticas, debido a que existen zonas polares, montañosas, continentales, tropicales, etc.

Dentro de estas regiones hay distintas comunidades de organismos dependiendo de si se encuentran en la alta montaña, en un valle o cerca del mar.

Podemos afirmar que el clima es un responsable directo del reparto de las distintas poblaciones de seres vivos en el planeta, y un cambio en él puede determinar la migración o la permanencia de estos, así como su número y actividad.

Terreno o medio interno.

De la misma manera el cuerpo tiene en su interior lo que equivaldría al “clima” y el “ecosistema” externo, determinando el número y el equilibrio en el que se encuentran los diferentes organismo que conviven en él:

  • Virus.
  • Hongos.
  • Células.
  • Bacterias de la piel.
  • Bacterias del tracto digestivo.
  • Bacterias que ayudan al metabolismo. Etc.


El cuerpo tiene un medio interno o “terreno” donde se desarrollan los diferentes organismos que acompañan a la persona y le ayudan en su adaptación diaria:

  • Energía.
  • Inmunidad.
  • Digestiones.
  • Creación de vitaminas. Etc.


Claude Bernard entendió que trabajando sobre el terreno los microorganismo recobraban su equilibrio y la persona mejoraba. Parece que en un principio a Pasteur no le hizo mucha gracia, pero según cuentan, más tarde, dijo que Bernard tenía razón (algo que hoy sí se sabe) y exclamó:

"Bernard tenía razón, el germen no es nada, el terreno lo  es todo."

Este terreno depende, entre otros factores, de:

  • PH.
  • Vitaminas.
  • Alimentación.
  • Enfermedades.
  • Otros organismos.
  • Oxigenación del cuerpo.
  • Capacidad de regulación.
  • Capacidad de procesamiento de estímulos (ver antiterapia).
  • Temperatura corporal (la fiebre es un mecanismo del cuerpo que produce un cambio en el medio donde vive el microorganismo causante del daño; la falta de apetito que acompaña a la persona que “se pone mala” es otra estrategia para minimizar los nutrientes con los que cuenta el medio para que no le lleguen al organismo que lo “ataca”).


La “mejora del terreno interno” es una vía que hoy se muestra efectiva para acompañar a los tratamientos clásicos que luchan contra las afecciones relacionadas con hongos, parásitos, bacterias, etc. Y cubrir así las posibles carencias de estos, de manera que se puedan conseguir unos mejores resultados a la hora de atender los problemas de las personas que sufren estos desequilibrios.

Como se trata del medio interno donde también crecen y se desarrollan los tejidos y células del cuerpo, es aconsejable que los medios que se utilizan sean respetuosos con el cuerpo; algunos son:






El interior del cuerpo: descubriendo la célula.



En un principio se consideró a la materia viva como homogénea y continua.

Gracias a Robert Hooke, creador del primer microscopio de 50 aumentos, esta materia se pudo observar lo suficientemente al detalle como para darse cuenta de que no era continua; no era toda un solo elemento, sino que estaba compuesta de pequeñas partes y estructuras bien diferenciadas unas de otras. Esto lo observó Hooke en el 1665. Hooke fue el  que le dio el nombre a la célula.

En 1670 Anton Van Leeuwenhoek mejora el microscopio hasta conseguir 300 aumentos, pudiendo estudiar células vivas de diferentes organismos:

  • Parásitos.
  • Protozoos.
  • Espermatozoides.


En 1830 Theodor Schwann y Matthias Schleiden, reconocen la importancia de la célula y postulan los que vinieron a ser: los principios de la Teoría Celular.

Al verlos se puede encontrar la relación que hay entre algunos de los problemas corporales más comunes y las células, determinando la capacidad de adaptación y las posibilidades de salud que puede tener un ser vivo.

De su estudio se sacan algunas de las ideas y “reglas” más esenciales y básicas a tener en cuenta en el cuidado de una persona:

La célula es la unidad básica:

Todos los seres vivos están formados por una o más células, y estas son las más básicas unidades funcionales del cuerpo.

La célula es la unidad funcional: las funciones vitales de los organismos ocurren dentro de las células:

Al ser la unidad básica y funcional, si la célula no funciona con normalidad tampoco lo hacen correctamente los tejidos y los órganos compuestos por ellas, y por tanto, las funciones de estos quedan alteradas; es lo que origina el denominado “problema funcional”.

Finalmente, tras el cambio funcional, puede aparecer una “enfermedad”.

La célula es la unidad genética: toda célula proviene de otra preexistente.

Contienen información importante sobre lo que a de pasar en el organismo y como ha de desarrollarse este.

Sobre como ha de adaptarse a situaciones conocidas de antemano por la especie.

Algunas sustancias y formas de vida pueden cambiar las condiciones en las que habita la célula, afectando desde su exterior (terreno) a su interior, y alterando los genes que estas guardan y que representan una oportunidad de supervivencia que costó mucho trabajo y esfuerzo conseguir a los antepasados:

  • Virus.
  • Hongos.
  • Parásitos.
  • Bacterias.
  • Nutrición.
  • Pesticidas.
  • Alimentos.
  • Hormonas.
  • Adicciones.
  • Sedentarismo.
  • Enfermedades.
  • Medicamentos.
  • Metales pesados.
  • PH (acidez y alcalinidad del cuerpo).


Debido a la importancia de las células y lo guardado en ellas por siglos de evolución, es necesario ser extremadamente delicado y respetuoso con las mismas, y en general, el cuerpo que forman, por lo que su consideración y cuidado debería de ir parejo al cuidado de cualquier alteración y estado corporal.

Por otro lado, viendo la cantidad de funciones de estas (tantas como órganos y funciones más generales hay en el cuerpo), tenerlas en cuenta y trabajar para que el terreno o medio donde se encuentran esté en buenas condiciones puede ser la respuesta correcta que marque la diferencia en un mismo tipo de trabajo (un antes y después, un sin o con, ayuda al terreno y a la célula).





miércoles, 5 de marzo de 2014

Estabilidad y coordinación.




La estabilidad es la capacidad para mantenerse estable sobre una base que se mueve (incluyendo un entorno cambiante) mientras se realizan actividades compensatorias.

La estabilidad se encuentra influenciada por las fuerzas físicas que generan al mismo tiempo el cuerpo y el entorno.

Para esto es necesario un movimiento o actividad que lo compense, y sistemas que perciban los cambios y respondan a ellos con eficacia.

Estas percepciones y respuestas requieren coordinación y equilibrio, lo que lleva a contracciones musculares que mueven extremidades, pelvis, tronco y cabeza.

Todo deporte es especialmente exigente en este sentido, por ello la importancia de mejorar lo relacionado con la capacidad coordinadora.

Capacidades coordinativas en el aprendizaje, la actividad regular y la competición:

Aprendizaje:

Las capacidades coordinativas y su desarrollo sin tensión (verAntiterapia), es la base de un buen aprendizaje sensorial y motor de la técnica, y es el sustrato de un buen desarrollo de la fuerza, por lo que han de ir antes o en paralelo al aprendizaje de otras disciplinas deportivas (cf. Gropler/Thiess, 1973, 513).

A su vez, determinan el grado de aprovechamiento del resto de condiciones físicas: fuerza, velocidad, flexibilidad y resistencia. Y facilitan la adaptación de las capacidades desarrolladas por la persona en otras actividades deportivas pudiendo ser aprovechado para la actividad en curso (surf, longboard, natación, atletismo, triatlón, etc.).

Por lo anterior, hace posible la adaptación del deportista de otra disciplina (futbol, rugby, baloncesto, patines, ciclismo, etc.) a los requerimientos y técnica de la actividad.

En definitiva, posibilita un mejor aprendizaje de la técnica y que el deportista alcance sus objetivos de aprendizaje, y, más tarde, de rendimiento.

Actividad regular y competición:

Las capacidades coordinativas ayudan a resolver situaciones inesperadas de forma rápida y sin perder el objetivo de vista (golpes de ola, cambios en la dirección de la bola, baches, etc.).

Permiten que el deportista no se descomponga ante un estímulo y que la respuesta sea acorde con sus objetivos.



Cuanto mejor sea la capacidad de coordinación menor será la tensión con la que el deportista responde a los estímulos y por lo tanto el gasto de energía y el número de lesiones también serán menores.

Su velocidad de respuesta además de económica será rápida; esencial a la hora de arrancarle un segundo a la inestabilidad del terreno, y, en general, al entorno.

¿De qué depende la coordinación?

Hasta la fecha no se dispone de estudios que hablen de manera definitiva sobre el tipo de componentes de la coordinación, ni la relación exacta que existe entre ellos; por lo que hay un amplio campo abierto a la investigación (entre otras empírica) a diferentes profesionales del cuerpo, tanto del deporte y el aprendizaje, como de la salud.

Un ejemplo son las pruebas de coordinación o agilidad, con tiempos de respuesta, grado de habilidad, etc. Para comprobar las adaptaciones del entrenamiento; y los tests de biofeedback (tests de láser y AR) como formas de identificar la calidad de la entrada y salida de estímulos (input y output) en relación al trabajo con estos sistemas y capacidades, aportándonos información sobre lo que, en términos de relación y dinamismo, sucede en el interior del cuerpo y sus posibilidades de respuesta y aprendizaje.




martes, 4 de marzo de 2014

La escala para el trabajo de la marcha y el equilibrio con personas de la 3ª edad.



La escala es un elemento ideal para personas mayores en general, y
especialmente cuando tienen operaciones de cadera o rodilla,
problemas como artritis, artrosis, y después de haber sufrido esguinces,
fracturas, etc.

Debido a las operaciones de cadera y rodilla, y demás problemas en los
miembros inferiores que suelen acumular las personas de la tercera
edad, estas a menudo padecen molestias, debilidad, exceso de
tensión, inestabilidad y/o esfuerzo excesivo al andar, que termina por
agotarlas.

Después del trabajo en la consulta de los sistemas y órganos
encargados de la estabilidad y la marcha, como: sistema vestibular,
ojos, propiocepción, piel, etc. El cuerpo está preparado para recibir el
estímulo del ejercicio sin tensión ni estrés (ver Antiterapia).

Es este el momento ideal para trabajar la marcha y la estabilidad a
través de ejercicios teniendo el mejor aprovechamiento y consiguiendo
los mejores resultados.

En la escala se pueden proponer diferentes juegos que combinan con
suavidad la atención visual con la coordinación de brazos y piernas.

Hay ejercicios relativamente sencillos, como:

  • Pasos laterales.
  • Pasos frontales.
  • Pasos saltándose un espacio.
  • Combinaciones: delante, lado, atrás, lado y delante.
  • Varios pasos seguidos hacia atrás, cuando se coge un poco de equilibrio y coordinación. Etc.

Fotos realizadas en el centro de entrenamiento personal de Saludando en el Hotel Hilton Madrid Aeropuerto.