El climática y la distribución de los seres vivos.
Si se observan las
distintas regiones geográficas del mundo uno se da cuenta de que son muy
diferentes dependiendo de la latitud y altitud en la que se encuentren.
La Tierra está dividida en zonas
climáticas, debido a que existen zonas polares, montañosas, continentales,
tropicales, etc.
Dentro de estas regiones hay
distintas comunidades de organismos dependiendo de si se encuentran en la alta
montaña, en un valle o cerca del mar.
Podemos afirmar que el clima es un responsable directo del reparto
de las distintas poblaciones de seres vivos en el planeta, y un cambio en él puede
determinar la migración o la permanencia de estos, así como su número y
actividad.
Terreno
o medio interno.
De la misma manera el
cuerpo tiene en su interior lo que equivaldría al “clima” y el “ecosistema” externo,
determinando el número y el equilibrio en el que se encuentran los diferentes
organismo que conviven en él:
- Virus.
- Hongos.
- Células.
- Bacterias de la piel.
- Bacterias del tracto digestivo.
- Bacterias que ayudan al metabolismo. Etc.
El cuerpo tiene un medio
interno o “terreno” donde se desarrollan los diferentes organismos que acompañan
a la persona y le ayudan en su adaptación diaria:
- Energía.
- Inmunidad.
- Digestiones.
- Creación de vitaminas. Etc.
Claude Bernard entendió que trabajando sobre el terreno
los microorganismo recobraban su equilibrio y la persona mejoraba. Parece que
en un principio a Pasteur no le hizo
mucha gracia, pero según cuentan, más tarde, dijo que Bernard tenía razón (algo
que hoy sí se sabe) y exclamó:
"Bernard
tenía razón, el germen no es nada, el terreno lo es todo."
Este terreno depende, entre otros factores, de:
- PH.
- Vitaminas.
- Alimentación.
- Enfermedades.
- Otros organismos.
- Oxigenación del cuerpo.
- Capacidad de regulación.
- Capacidad de procesamiento de estímulos (ver antiterapia).
- Temperatura corporal (la fiebre es un mecanismo del cuerpo que produce un cambio en el medio donde vive el microorganismo causante del daño; la falta de apetito que acompaña a la persona que “se pone mala” es otra estrategia para minimizar los nutrientes con los que cuenta el medio para que no le lleguen al organismo que lo “ataca”).
La “mejora del terreno
interno” es una vía que hoy se muestra efectiva para acompañar a los
tratamientos clásicos que luchan contra las afecciones relacionadas con hongos,
parásitos, bacterias, etc. Y cubrir así las posibles carencias de estos, de
manera que se puedan conseguir unos mejores resultados a la hora de atender los
problemas de las personas que sufren estos desequilibrios.
Como se trata del medio
interno donde también crecen y se desarrollan los tejidos y células del cuerpo,
es aconsejable que los medios que se utilizan sean respetuosos con el cuerpo;
algunos son:
- Kinesiología.
- Acupuntura.
- Homeopatía.
- Terapia manual.
- Terapia ortomolecular.
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