sábado, 23 de junio de 2012

¿Cómo ayudar a nuestro sistema digestivo? (Parte 1ª/1): El primer paso es observarnos a nosotros mismos.



“El primer paso es, observarnos a nosotros mismos.”


Este artículo consta de 2 partes. La primera parte se compone de 3 breves contenidos que se publicarán semanalmente.

Esta comenzará con un pequeño y sencillo ejercicio de observación, con el que entender la forma en que nos relacionarnos con el funcionamiento de nuestro sistema digestivo, y a partir de ahí, a través de las siguientes publicaciones, comprender los problemas que sufrimos y mantenemos.

En la segunda parte, dividido en 2 contenidos, conoceremos algunas de las recomendaciones más interesantes, así como una breve explicación de estas para no perjudicar este sistema, y, si es posible, que empecemos a encontrarnos con una vitalidad y capacidad mejores de las que conocimos hasta el momento. Si es esto lo que necesitamos y buscamos, claro.

Cuando cuidamos nuestro sistema digestivo, lo hacemos sobre como nos vamos a encontrar a diario.

Se trata de meditar sobre cómo queremos sentirnos mientras: trabajamos, estamos con nuestra familia, pareja, hacemos deporte, etc.

¿Queremos sentirnos…?:

  • Enérgicos.
  • Despiertos.
  • Nutridos.
  • Fuertes.
  • Frescos.
  • Ligeros.
  • Vivos.
  • Atentos.
  • Serenos.


¿Puede el sistema digestivo aportarnos esto?, ¿qué debemos esperar de este?

Claro que puede aportarnos esto, es precisamente para lo que sirve: extraer energía de los alimentos que se encuentren en nuestro medio, dedicándola a cubrir nuestras necesidades de: trabajo, deporte, relación, etc. Si no, aparte de nuestro sistema respiratorio, ¿de dónde vamos a sacar esta capacidad?

Por lo tanto, nuestro día a día está profundamente marcado por el estado de nuestro sistema digestivo.

¿Es entonces lógico que le prestemos atención?.

A partir de lo que se debe esperar de este, ¿es normal que nos de problemas?

Si no es así, ¿qué podemos hacer para mejorarlo?.

Si dedicamos un poco de tiempo a conocer la respuesta, quizá podamos obtener lo que deseamos.

El primer paso es observarnos a nosotros mismos.

El primer paso para sacar lo mejor de nuestra función digestiva, es: observarnos a nosotros mismos.

Solo así podremos conocer nuestras posibilidades actuales, y si necesitamos algo para mejorarlas.

¿Cómo nos llevamos con nuestra alimentación?, ¿Le prestamos una atención acorde a la importancia que tiene para la calidad de vida que necesitamos? 

Veremos algunos ejemplos de formas de entender nuestra alimentación, y a partir de ahí, lo que consideramos "normal" o no:

  • Mientras tome suficiente cantidad de comida y vaya al baño "puntual como un reloj", todo está bien.
  • Es algo en lo que no hace falta reparar, ya que lo que como no afecta a mi estado físico, energético o emocional, quedando esto a expensas de otros asuntos que tengo en el punto de mira, para cuando saque tiempo.
  • Es la edad, a estas alturas lo de los gases es normal, y no se puede esperar mucho más, no tiene solución.
  • Desde hace algún tiempo me encuentro algo mal: me pica la piel, me encuentro pesado, tengo gases, me duele la cabeza, no duermo ni descanso bien, no voy al baño como debiera, etc. Y siento que puede ser por lo que como.


¿Y de mí sistema digestivo?:

  • Como algo, mí estómago lo digiere y un día mas tarde lo elimino en el baño.
  • Gracias al sistema digestivo consigo las vitaminas y minerales de la comida y así me crecen los huesos, el pelo y las uñas.
  • Los problemas de mí sistema digestivo se arreglan con una pastilla que me de el médico.
  • ¿Lo del ardor?, son los nervios, se alivia con una pastilla y pero es para siempre ya que soy nervioso de nacimiento.
  • Si como vitaminas obtengo vitaminas, si como hidratos obtengo hidratos, si…
  • Lo que consigo del alimento es lo que mi sistema digestivo puede extraer de él, por lo que si los órganos que lo forman no funcionan como debieran, pierdo la capacidad de obtener los nutrientes del alimento, por muy equilibrada que sea mi alimentación.
  • Los problemas del sistema digestivo tienen que ver con cómo me encuentro durante el día, ya que lo que este extrae del alimento es de lo que mí cuerpo va a tirar cuando me encuentre trabajando, haciendo deporte, con mi familia, estudiando, etc.


Durante unos días podemos intentar conocer cual es la forma de relacionarnos con nuestra alimentación y con nuestro sistema digestivo.
En el siguiente post (para leerlo puedes pinchar aquí), intentaremos empezar a comprender las alternativas que tenemos nuestra situación personal. Para entonces, una pregunta: 

Comer mucho e ir al baño "puntual como un reloj", ¿es sinónimo de estar cubriendo nuestras necesidades correctamente?.


Más artículos sobre el tema:

Claves para una buena salud 3: La buena dieta.


Petición de cita: 
Telf: 665 19 76 13.

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