“La zona lumbar está íntimamente relacionada con los
órganos y vísceras abdominales: riñones e intestinos (de hecho, se sujetan
internamente en la pared lumbar).”
El dolor en la zona lumbar es una de las molestias más habituales. Seguramente lo hayamos padecido o lo padezcamos todos en algún momento de nuestra vida. Por lo que, posiblemente, sea interesante pararnos a observar sus posibles causas y significado.
En la zona lumbar tenemos un amplio
grupo de músculos, articulaciones y terminaciones nerviosas. En comparación con
el cuello es una zona grande y robusta, es necesario que sea así, ya que esta
zona soporta el peso de la parte superior del cuerpo y la fuerza que proviene
de las extremidades inferiores cuando nos desplazamos o mantenemos de pie.
Está íntimamente relacionada con los
órganos y vísceras abdominales: riñones e intestinos (de hecho, se sujetan
internamente en la pared lumbar); y con el músculo diafragma, que se une a través de dos “tabiques musculares”, a las vértebras lumbares.
La zona abdominal está expuesta a
distintos cambios de volumen de vísceras y órganos, dependiendo de: la alimentación,
enfermedades, etc. En los que las paredes abdominal y lumbar hacen las veces de
una “faja de contención”. (Podemos experimentarlo cuando comemos mucho y
notamos el aumento de tensión en estas zonas, sintiéndonos “hinchados” y como si
nos hubieran “colocado una faja”). Esta “faja” no puede ser rígida, y varía su
grado de contracción según las necesidades del cuerpo en su conjunto: andar,
agacharse, estirarse, respirar, embarazos, etc. Sencillamente, tiene una
capacidad de adaptación.
Desde un punto meramente físico, esta
capacidad de adaptación depende de diferentes factores:
- El tono muscular.
- El movimiento de las articulaciones.
- El grado de tensión y deslizamiento de las fascias de todo el cuerpo.
- Presión de gases y líquidos internos de todo el organismo, pero principalmente de la zona lumbar.
Cualquier cambio o hábito que genere
un desequilibrio en alguno de estos factores, podría limitar la capacidad de
adaptación de la zona lumbar, iniciando el aviso del cuerpo, que es el dolor.
Como sabes, será necesario encontrar
la causa que origina el problema. Y este, puede estar en cualquier plano del
organismo.
Un ejemplo es el del tono muscular,
que depende del sistema nervioso; este es el encargado de llevar a cavo,
diariamente, cientos de regulaciones vinculadas a procesos de defensa, nutrición,
emociones, relación con el medio, etc. Que pueden ser el origen de su
desequilibrio.
Así que, el dolor lumbar nos puede
avisar de un desequilibrio en partes del cuerpo o planos de nuestra vida, como:
emociones, relaciones, higiene alimentaria, corporal y de vida en general; actividad
física y laboral; crecimiento, embarazos, etc. Y quizá, sea necesario prestarle
atención para tener la oportunidad de solucionar el desequilibrio que se sufre;
del que, posiblemente, no nos daríamos cuenta de otra forma.
Por supuesto, lo normal para conocer
el significado de un dolor en la zona lumbar, es que sepamos interpretar las
señales del cuerpo, sus procesos y dinámicas, para lo que necesitaremos la
ayuda de un experto.
Si lo crees conveniente, búscalo y
hazle partícipe de tus inquietudes y sospechas respecto a tus molestias, para
que tenga la oportunidad de ayudarte; no tengas miedo en relacionar sucesos,
digamos, “poco razonables”, ya que él necesitará toda la información posible
sobre ti, y tú cuerpo le dirá si dichas percepciones eran acertadas o no.
Bibliografía:
Antiterapia
el método. José Luís Godoy.
Cadenas musculares Tomo 1. Leopold Busquet. Editorial Paidotribo.
Tratamiento osteopático de lumbalgias
y ciáticas 2ª edición. François Ricard. Editorial Panamericana.
Artículos:
Claves para una buena salud 1: Se
dueño de tú propia salud.
Claves para una buena salud 2: El
movimiento es la base.
Claves para una buena salud 3: La
buena dieta.
Petición de cita:
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