miércoles, 14 de diciembre de 2011

La postura: ¿qué es? ¿para qué sirve? ¿cómo se produce? ¿cuál es el resultado de una buena postura?



“La postura, antes de ser un estado estático, es un replanteamiento continuo en las relaciones de cada una de las partes del cuerpo entre si y su entorno.”

¿Qué es la postura?

La postura, es la forma en la que cada una de las partes del cuerpo se relacionan entre si, para después hacer lo mismo con el espacio que las rodea. Esto, implica una forma de comunicación y coordinación entre cada parte, ya sea de los segmentos corporales entre si o del conjunto del cuerpo con el medio externo.

¿Para que sirve?

Da al cuerpo una referencia del lugar que ocupa en el espacio físico, así como el de cada una de sus partes entre si; es el punto desde el que se produce y desarrolla el movimiento, así como la percepción general del entorno, por lo tanto, forma parte de los distintos aprendizajes: andar, expresarse, parte de la identidad, etc.

¿Cuáles son las causas de que podamos mantener una postura?

Gran parte de la postura es coordinada por el sistema de propiocepción (también denominado como capacidad cinestésica). Este depende de receptores en diferentes partes del cuerpo, que envían señales a los centros de procesamiento de la información: médula espinal, tronco encéfalo y corteza cerebral.

Los centros de procesamiento se coordinan para mandar órdenes a los diferentes músculos y tejidos del cuerpo para, ajustar la postura en respuesta a las variaciones que surgen tanto en el medio interno (pueden ser tan poco perceptibles en un primer momento como las de algunos ritmos corporales), como a las del medio externo, que pueden ser de las más sutiles (cambios en la presión atmosférica o estacionales), a las más evidentes y reconocibles (cambios en el calzado, en el terreno, gestos en una conversación, etc.).


¿Cuáles son los resultados de una buena postura?

Parte del resultado de una buena postura es la óptima adaptación al entorno, ya sea deportivo, laboral, familiar, etc., desde el que ir integrando los distintos sucesos diarios, haciendo posible los aprendizajes necesarios para conseguir un buen crecimiento. 


Además hace posible tener:
  • Buena capacidad dinámica (movimientos más fluidos y precisos).
  • Un posicionamiento correcto de los órganos de los sentidos, tanto para el movimiento como para la comunicación.
  • Disminución del número de lesiones.
  • Buena flexibilidad en articulaciones y músculos.
  • Buen tono muscular.
  • Buena congruencia articular.
  • Buena distribución del peso.
  • Mejor equilibrio.
  • Buen crecimiento y desarrollo en el niño.
  • Mejor circulación de los fluidos (sangre, linfa y líquido céfalo raquídeo).
  • Menor desgaste (menor gasto energético).
  • Mayor vitalidad.
  • Mejor recuperación de lesiones.
  • Un mejor rendimiento en el trabajo.
  • Un mejor rendimiento deportivo.
  • Mejor comunicación verbal.
  • Crea y facilita una comunicación no verbal.
  • Facilita procesos naturales como son la gestación y el parto.

Determina una parte importante de la relación con uno mismo y el medio que lo rodea, condicionando la forma de percibir la “realidad” tanto interna como externa.

Por lo que se puede ver, en el trabajo con el cuerpo es necesario tener en cuenta su postura. Esta, antes de ser un estado estático, es un replanteamiento continuo de las relaciones de cada una de las partes del cuerpo entre si y su entorno.



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