Este post es la introducción a una
serie dedicada a las lesiones más características en músicos de diferentes
instrumentos, y su enfoque de valoración y tratamiento osteopático.
Las lesiones musicales son las que se
producen en el ámbito del estudio y la práctica profesional de la música.
Estas lesiones aparecen como
consecuencia de la sobrecarga de músculos y tendones, debido al movimiento
repetitivo de estos.
Como en líneas generales y de manera
teórica, cada instrumento requiere de movimientos distintos; unas partes del
cuerpo se sobrecargan más que otras, haciendo que existan unas lesiones más
características para cada tipo de instrumento.
En los estudios que hay sobre este
tema, se han llegado a diferenciar estas lesiones según el instrumento
utilizado; al mismo tiempo, hacen hincapié en que más del 50% de los músicos
podrán terminar sufriendo en algún momento de sus carreras, una lesión de estas
características.
En la práctica, esto se puede comprobar
y es coherente; sin embargo, un músico es más que un músico, y aunque
normalmente sea una profesión a la que se dedica mucho tiempo y trabajo (en parte por la
inevitable pasión que le acompaña), pudiendo ser el origen del
problema; también influyen en él, circunstancias no profesionales, que, sin
duda, habrá que tener en cuenta; siendo esto lo que iremos viendo (siempre
desde un enfoque osteopático), para poder dar orientación y alivio a quien
pueda necesitarlo.
Además, siempre ahí que tener en cuenta
que un cuerpo con una buena capacidad de adaptación, integra de mejor manera
los estímulos diarios, por lo que mostrará menos problemas y una mejor
capacidad de aprendizaje.
Como es sabido, la osteopatía es una
de las técnicas terapéuticas más utilizadas y extendidas para la solución de
problemas del aparato musculoesquelético; de aquí que muchos médicos y
fisioterapeutas dediquen una parte de su formación a este enfoque terapéutico, de
tipo manual.
Ya que es en el sistema corporal donde
la experiencia terapéutica y los estudios dicen que se dan este tipo de afectaciones,
el enfoque osteopático puede ser muy útil, para el músico que las sufre.
Los instrumentos que se revisarán,
serán:
- Flauta travesera.
- Guitarra.
- Bajo.
- Piano.
- Batería.
Para empezar, se comparten unas tablas
con algunas de las lesiones más comunes para cada instrumento*, realcionadas
con un estudio de NexGrup,
sobre “Patología Osteomuscular y de los nervios periféricos en el colectivo de músicos de orquesta“.
Pequeñas recomendaciones sobre la
preparación antes de tocar, evitando en la medida de lo posible una sobrecarga
de los grupos musculares.
Estas son fáciles, y de sentido común,
ya que casi todo el mundo a practicado alguna vez ejercicio, siendo la
preparación gradual de grupos musculares el objetivo del calentamiento antes de
hacerlo, evitando la sobrecarga de trabajo de músculos y los tendones; un
objetivo común para el deportista y el músico cuando el problema es el mismo:
- Antes de empezar, hacer ejercicios de precalentamiento de los miembros superiores (también inferiores en el caso de baterías y pianistas).
- Cuide su postura.
- En la medida de lo posible, realice correctamente la técnica; una mala técnica, junto a correr, es uno de los errores que se repiten en muchos aprendizajes, generando un obre esfuerzo y gasto de energía excesivo; es una de las cosas que un profesor intentará corregir lo antes posible, para evitar problemas y mejorar los resultados.
- Cuidar el calzado que se utiliza; muchos de los instrumentos se tocan de pie, y una adaptación a un mal calzado puede ser el origen de desviaciones de pelvis y de columna, que aumenten la tensión en músculos ligamentos, tendones y nervios, un gasto de energía y foco de o irritación, realmente problemático (hágase la prueba si se cree que el calzado no es el conveniente; los resultados de una mejora de la pisada, son espectaculares).
- Cuide de su alimentación, esta le permitirá utilizar una energía esencial para cualquier aprendizaje y adaptación positiva a un trabajo físico e intelectual; también le aportara una buena capacidad de reparación de los elementos constitucionales de los tejidos del cuerpo; así como un sistema inmune adecuado que le proteja frente al medio (ponerse malo, puede ser trabajo perdido).
- Si cuida de su alimentación, también tiene que tener en cuenta que “no somos lo que comemos, si no lo que somos capaces de asimilar de lo que comemos”, y por lo tanto, hay que cuidar con el mismo mimo, los sistemas y órganos encargados de esta asimilación (pregunte a su profesional sanitario o terapeuta, ellos le ayudarán).
- Varíe su ensayo; toque piezas que le requieran un grado de esfuerzo diferente, así su cuerpo tendrá tiempo para recuperarse de las más exigentes.
- Descanse cada cierto tiempo; usted se conoce, obsérvese e intente descubrir el intervalo adecuado de trabajo y descanso; si esto lo hacen los mejores atletas porque es bueno para ellos, también puede serlo para usted (en caso de duda, pregunte a un experto para que le haga una tabla que se ajuste a sus necesidades).
- Si vuelve a tocar después de haber pasado un tiempo largo sin hacerlo (vacaciones, lesiones, etc.), vuelva a ello de manera gradual. En el caso de lesiones, pregunte a su médico cual es la manera de hacerlo más aconsejable para le tipo de lesión que a tenido.
- Por último, un pequeño consejo más allá de la mera técnica de preparación del cuerpo para el estudio o el trabajo de músico; descubra su cuerpo, y cuídelo, este le devolverá el favor con creces.
Enlace a Salud Musical, donde se
encontraron las tablas que se muestran en el post: Salud Musical.
Petición de cita:
Telf. 665 197 613.
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