viernes, 24 de agosto de 2012

Lo que se debe tener en cuenta a la hora de optimizar el funcionamiento del cuerpo, ya sea para ganar salud o rendimiento: Parte 1: estática y dinámica.



“Hoy en día, cualquier técnica deportiva o de salud corporal, nos intenta hacer conscientes de la necesidad de realizar el movimiento desde el mayor equilibrio posible”.


Estática y dinámica.

La estática.

La estática es la física de los objetos en equilibrio, se trata de un equilibrio de fuerzas que entre ellas sumen cero, de tal manera que se anule cualquier posibilidad de movimiento y este no se inicie hasta que interviene una fuerza (energía aplicada en un punto), que desequilibre el objeto.

Por lo tanto, una buena estática, depende de la capacidad del cuerpo para anular las diferentes fuerzas que se generan o provienen de sus medios, interno y externo.

Para ello tiene que realizar lecturas de las variables (variables sobre las que a su vez este influye), que se dan en su entorno, lecturas que dependen de su capacidad para recibir y procesar la información de este, ya sea a través del sistema de propiocepción, la piel  u órganos especiales como el oído y la vista.

A partir de aquí hará las adaptaciones y los aprendizajes oportunos; todo con el objetivo de no desequilibrarse y guardar su centro, que es el lugar donde menos gasto de energía tiene (gasto óptimo de energía = salud).

Hoy en día, cualquier técnica deportiva o de salud corporal, nos intentan hacer conscientes de la necesidad de realizar el movimiento desde el mayor equilibrio posible, ya sea, para que no se creen lesiones o para obtener el mejor resultado posible del tiempo y energía invertidos en un movimiento concreto, esto es optimizar el esfuerzo; ambas opciones alargan, considerablemente, la vida deportiva y la salud de cualquier persona.

La dinámica.

La dinámica pasaría a ser la física de los objetos en movimiento. Desde este punto de vista, cualquier cambio en la relación que existe entre cada una de las partes del cuerpo, además del de estas (el cuerpo en conjunto), con el medio que las rodea, genera los cambios físicos y los estímulos, que volverán a tener que ser registrados y ordenados en el conjunto del cuerpo, para conseguir con ello una adaptación positiva y una gobernabilidad de los movimientos adecuada y precisa.

Si no fuera así, se darían problemas en la adaptación al entorno, que podrían terminar creando:
  • Lesiones.
  • Ineficiencia en el movimiento.
  • Gasto excesivo de energía.
  • Problemas globales de aprendizaje, salud y/o rendimiento.

Los test de biofeedback de Antiterapia:

Los test de biofeedback de Antiterapia, han sido diseñados de manera especial, para adaptarse a las diferentes necesidades de pregunta y respuesta en el estudio de la estática y dinámica corporales; encontrando en el medio dinámico una forma de expresión hasta ahora no conocida, ya que la mayoría de las técnicas dan una "información dinámica", que, aunque correcta, es la manifestación de una adaptación estática (no varía), a toda una cadena de acontecimientos guardados en el cuerpo en forma de aprendizajes, o sea, algo que no cambia, si no es con esfuerzo o, como sería más interesante, "cambiando uno de los sucesos".

Para que se entienda mejor, si se produce un cambio en el medio interno o externo, o se añaden mayores o menores estímulos, se produciría una respuesta diferente, esto no se suele dar en un laboratorio de dinámica donde las condiciones están controladas, a no ser que se busque de una manera intencionada, pero si que aparecen el día que se juega un partido, o se tiene un problema familiar.

Uno de los motivos es, porque sería un trabajo que llevaría demasiado tiempo y esfuerzo.

Los tests y protocolos de biofeedback dentro de la Antiterapia, permiten, una vez aprendidas las diferentes maneras de hacerlo, la aplicación de estos estímulos y comprobación de su respuesta o efectos en la dinámica o estática corporales a través de las diferentes tensiones que aparecen en el esquema corporal de la persona, de una manera sencilla y ordenada, optimizando y reduciendo la energía invertida en ello.

Esto los convierte en una herramienta esencial, en un campo tan importante, como el de la manera en que el cuerpo responde y se adapta a los estímulos de su entorno.

Los protocolos y métodos de trabajo de la Antiterapia guían al terapeuta, preparador o entrenador, hacia un encuentro con las tensiones responsables de una alteración de la estática y dinámica corporales.

Para esto será necesario iniciar el estudio de los diferentes componentes y funciones que aseguran un buen funcionamiento de la estática y la dinámica del cuerpo, pudiendo empezarse por el estudio de los diferentes tipos de movimiento:

Tipos de movimiento.

Se distinguen 3 tipos de movimiento.

  • Automático (por ejemplo, el reflejo de parpadeo, el pupilar o la pequeñas variaciones en el tono muscular, que aseguran la posición de la cabeza sobre el tronco, o la acomodación de los ojos que permiten una mayor efectividad y ajuste del movimiento, tan importantes en fases de aprendizaje).
  • Semiautomáticos (son inconscientes, igual que los automáticos, pero se pueden iniciar y detener de una manera consciente. Ejemplo: la marcha, masticar o respirar; además son rítmicos).
  • Voluntarios (son los que se realiza de una manera totalmente consciente y voluntaria – si es que se puede, lo veremos en el siguiente artículo –).


Para cada uno existen diferentes formas de chequeo, estudio y trabajo (ver el libro de José Luís Godoy: El poder de lenguaje).

En el siguiente capítulo se conocerá la importancia de cada uno de los tipos de movimiento, entendiendo el significado de su buen funcionamiento e integración en el conjunto del cuerpo, para el buen funcionamiento de este.


Petición de cita: 
Telf: 665 19 76 13.
Correo: david.gv.consulta@gmail.com . 

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