viernes, 20 de abril de 2012

Descubrir la tensión y su desgaste.


Con los tests de biofeedback se puede observar desde una perspectiva dinámica, como el cuerpo se adapta a diario a estímulos generados por la alimentación, el trabajo, la practica deportiva, las terapias, relaciones, etc. 

Dependiendo de la manera en que éstos estímulos son procesados, pueden aparecer tensiones y desequilibrios que se evidencian a través los tests.

Estas tensiones son aprendidas de manera automática e inconsciente, para repetirse en siguientes ocasiones.

Si lo que se aprende está en armonía con lo que se necesita, surgen emociones suaves y crea más capacidad y energía para siguientes aprendizajes, se habrá hecho una buena adaptación y cada vez que se repita, habrá una ganancia (aprendizaje en positivo).

Si por el contrario, el aprendizaje no es coherente con las necesidades de la persona, las emociones son en exceso o defecto, acompaña un esfuerzo y una tensión con lo que se necesita vivir, junto a una pérdida de capacidad y energía que condiciona negativamente la percepción de lo que se puede, se quiere o se necesita. Es síntoma de que se ha hecho una mala adaptación o lo que en antiterapia se llama “una incapacidad aprendida” que se podrá repetir en diferentes planos de la vida, terminando en un agotamiento.
Como las tensiones están automatizadas y, por lo tanto, son inconscientes, solo se tiene percepción de los síntomas que producen que es donde normalmente se termina dirigiendo el esfuerzo para solucionar algo. 

Como éstos no son la causa, se puede estar perdiendo un tiempo y una energía preciosos obteniendo unos resultados erróneos o incluso perjudiciales. 

Las tensiones en el cuerpo se mantienen con una energía (un gasto), y cuando a lo largo de la vida se suman varias tensiones, éstas resultan para el cuerpo un agotamiento que le impide hacer nuevos aprendizajes con los que ir creciendo y viviendo nuevas experiencias. 

Con cada intento por cambiar aparece un esfuerzo y una serie de síntomas que nunca serán la causa del problema, por lo que dirigiendo el tratamiento a ellos puede que se esté perdiendo el tiempo.

Localizar a través de los tests tensiones de las que la persona no hablará ya que están automatizadas y son inconscientes, permite dirigir el esfuerzo a la causa y no solo a los síntomas, teniendo la oportunidad de conseguir una mejora real.

Un cambio en la tensión que sufre el cuerpo representa un aumento de su capacidad  para adaptarse a los estímulos del día a día, haciendo posible que haga aprendizajes nuevos.

Se obtiene un beneficio de la energía que se invierte, haciendo posible una nueva inversión en un suceso posterior.

Los intentos por solucionar un síntoma tienen de fondo el intento por aliviar una tensión, pero al estar ésta automatizada en el cuerpo y ser inconsciente es imposible cambiarla – al menos con la cabeza –.

Trabajar sobre síntomas que no terminan de cambiar, produce una repetición, que con el tiempo se trasforma en una adicción (medicamentos, terapias, relaciones, alimentos, etc.).

Trabajar la adicción sin ir al fondo del problema – la tensión que lo origina –, vuelve a generar más repetición y más adicción.

Cuando se vive el resultado de un proceso automatizado y aprendido en el cuerpo, Juzgar que se está haciendo bien o mal (utilizar el análisis), crea un esfuerzo por solucionarlo que no llega nunca ya que lo que el cuerpo automatiza no es cambiable por la mente; de la misma manera que no podemos parar el corazón o dominar la contracción y dilatación de la pupila por el mero hecho de que nos lo propongamos mentalmente.

Es inútil decirle a la persona o decirse a uno mismo, que tiene o debe hacer esto o lo otro de una manera determinada (“bien”), o que tiene una responsabilidad y debe de cambiar.

Frases como: “¡no ves lo que haces!”, “ ¡tienes que hacer el esfuerzo! ”,  etc. Carecen de sentido si se entiende la fuerza de lo que el cuerpo a automatizado y la incapacidad de la mente para cambiarlo, y pueden ser la primera señal de aviso sobre que algo no va bien:

“Si te esfuerzas más de lo necesario para ser tú mismo, algo no va bien, ser uno mismo no cuesta” José Luís Godoy creador del método de antiterapia.

Si esto me dice algo, es posible que sea el momento de transformar la manera en que intento solucionar las cosas.

La salud llega por la capacidad del cuerpo para adaptarse sin un exceso de tensión (esfuerzo = gasto) que lo limite cuando se encuentra ante una nueva situación, de la que quizá no conozca nada (primera respiración al nacer, gateo, primeros pasos, relacionarse, enfermedades, vacunas, pubertad, trabajos, el encuentro con el sexo, la pareja, los hijos, muerte de seres queridos, etc.). En muchas situaciones hay un pequeño conocimiento integrado por el cuerpo que proviene de, los genes, la cultura, la familia, etc. Pero puede que no sea el suficiente para lograr la adaptación completa al entorno; por lo que necesitará disponer de toda su capacidad, para realizar el nuevo aprendizaje, y hacerlo si es posible de una manera fluida, es decir, sin tensión, sin gasto.

De lo contrario, la tensión acaba por encontrar un sitio donde mostrarse: dolores, emociones, obesidad o cualquier otro síntoma etiquetado con el nombre de una enfermedad. 

Cada vez que se aprende algo que hace ganar (sin tensión), se siente con la capacidad y energía suficiente, como para abrir otra puerta, tras la que será necesario hacer otro aprendizaje.

Una pregunta interesante puede ser:

¿Cuándo empecé a perder parte de ésta energía, cambiándola por éstos síntomas que me persiguen ahora?

Algunas de las respuestas podrían ser: cuando me operé, después del accidente de coche, con aquella lesión de rodilla, después de esa fiebre que me tuvo en cama varios días y de la que nunca se supo la razón, con aquel problema de boca, etc. Ya que el cuerpo pierde mucha capacidad en éste tipo de sucesos, ya sea por su intensidad o por no saber cómo solucionarlos.

Las herramientas que sirven para localizar éstas tensiones, como los tests de biofeedback y las herramientas de la antiterapia, tienen una importancia vital ya que son el primer paso para una solución.

Al adaptarse los tests al cuerpo en sus diferentes planos y funciones se puede crear un diálogo con éste que vaya aportando la información necesaria para hacer pequeños cambios, haciendo ganar al cuerpo la capacidad suficiente para que los mismos estímulos que antes lo tensaban ahora los procese correctamente, permitiendo el alivio de la tensión que tiene como resultado, un aprendizaje.

Las diferentes técnicas y métodos de trabajo: terapias, entrenamiento, coaching, belleza, etc., tienen en común la necesidad de que el cuerpo pueda asimilar o procesar el trabajo que se hace. Por esto, antes de hacer nada es importante saber si el cuerpo tiene capacidad para recibir el trabajo.

Después es necesario conocer donde se a de dirigir el esfuerzo, o sea, saber cual es la tensión prioritaria por la que es necesario empezar.

Así, una vez recuperada la capacidad del cuerpo para recibir y sabiendo donde dirigir el trabajo, se llega a la pregunta:

¿Cual de todas las herramientas de las que dispongo es la más apropiada para éste problema?

Respuesta que se mostrará en el tests correspondiente, con un cambio de la tensión.

Un trabajo sencillo para un cuerpo que quizá no tenga la suficiente capacidad para soportar acciones que le generen más tensión y esfuerzo (personas mayores, estados carenciales, fatiga crónica, adiciones, terrenos muy intoxicados, carencia de ritmos corporales, etc.)

Para esto no sirven sólo las fórmulas estándares ya que cada cuerpo es diferente a los demás. A lo largo de la vida se va adaptado de una manera particular a una serie de situaciones: operaciones, alimentación, medicaciones, enfermedades, accidentes, rupturas de pareja, etc., de las que obtiene resultados (aprendizajes) distintos a los de cualquier otro cuerpo. Por lo que también procesa de una forma diferente.

Lo dice la medicina:

“No porque a ti te haya ido bien un medicamento, a tú hijo, sobrino o vecino, le va a ir bien”.

Los tests de biofeedback son hechos en el propio cuerpo, por lo que siempre ofrecen una información personalizada. Y esto, posiblemente marque la diferencia entre un problema que se repite o conseguir un alivio y tener una experiencia diferente.


Petición de cita: 
Telf: 665 19 76 13.

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