viernes, 18 de marzo de 2011

Castellana Sports Club: el último club deportivo que cuenta con el método de Antiterapia.


El pasado fin de semana tuve la suerte de poder estar con los jugadores del Open de Squash, que se celebra todos los meses en el Castellana Sports Club. Un evento que está organizado por Sergio Sanz coordinador de deportes de raqueta del Castellana.


Tuve la oportunidad de atender a Javier Merino, jugador e instructor de Squash, y según el resto de jugadores del circuito madrileño: “uno de los jugadores jóvenes con más posibilidades” (el squash en la región de  Madrid sufre actualmente una carencia de jugadores jóvenes, según nos dicen la mayoría de sus practicantes), lo que le convierte en una “joya” de no ser, dicen también los que le conocen, por su “dificultad para mantenerse templado y no irse mentalmente del partido”.

Ya nos conocíamos, puesto que en el Open anterior, antes de su último partido, hicimos juntos un trabajo de coordinación visual; lo que según Javier: le había permitido “jugar más sereno y con una mayor capacidad a la hora de ver las jugadas”. Esto nos dejó a ambos con un buen sabor de boca.

En está ocasión, trabajamos sobre su objetivo del día. Descubrimos en este punto, que había una carencia de objetivos, ya que la manera de definir lo que es un objetivo, le ocasionaba una gran tensión, que tras repetirse en varias ocasiones le había llevado a no definir objetivo alguno cada vez que iba a jugar.

Buscamos una forma de definir y significar la palabra objetivo para él. De tal manera que su cuerpo no mostró ninguna tensión con tener un objetivo (se utilizaron los tests de biofeedback que propone la Antiterapia, para comprobar el efecto que tenía el buscar un objetivo, sobre su cuerpo) -1er. paso conseguido - Esto cambió totalmente su percepción del día.

Una vez que la palabra objetivo no le ocasionaba una pérdida de capacidad. Comenzamos a estudiar cómo definir un buen objetivo para él ese día.  

La Antiterapia nos enseña que cada vez que, debido a una incapacidad de proceso, sufrimos una tensión en algún plano de nuestra vida, y perdemos conciencia sobre esta tensión; terminamos buscando cosas en otros planos, que nos generen esa misma tensión, ya que es el estado conocido.

Y este fue el primer reto para Javier y para mi, ya que cómo cualquiera de nosotros, Javier formuló su objetivo de tal manera, que de seguirlo, entraría en un estado de tensión conocido sin posibilidad de corrección ninguna. Tengo que decir, que su objetivo era tan inteligente y correcto (“razonable”: que parte del análisis.), que si no hubiera sido por los tests de biofeedback, yo hubiera caído como él en la trampa. Pero para eso nos entrena la Antiterapia, para chequear ahí donde el deportista puede perder capacidad de proceso, crear una tensión, y por lo tanto, bajar su rendimiento, incluso cuando el análisis o la razón aprendida nos digan que no hay ningún problema.

Como comentaba, el resultado de su objetivo formulado de manera analítica, fue tensión. Así que nos decidimos a buscar la fórmula con la que Javier pudiera conseguir su objetivo sin tensión. Un sencillo tests de láser, nos guió hasta un objetivo sin tensión y una forma de conseguirlo sin tensión:

Objetivo: disfrutar.

Táctica personalizada: un juego mecánico y repetitivo.

¡Increíble¡ ¡quién va a disfrutar haciendo siempre lo mismo¡

Me sorprendió. Hasta que Javier me dijo que siempre se aburría jugando de una manera rutinaria, buscaba hacer cosas diferentes (buscaba sin saberlo, la tensión de nuevo; la excitación que esta le genera), pero se acababa cansando e irritando. Nunca se había sentido bien, y siempre le había costado. Esta irritación, le hacia “perder la cabeza”. Revelador, ya que tenía presente los comentarios de sus compañeros del circuito: “muy buen jugador, pero le mata la falta de capacidad mental para mantenerse templado y no irse del partido”.

De nuevo los tests daban en el clavo.

Una vez definidos objetivo y táctica, era necesario trabajar sobre los “posibles resultados”… ganar el partido o perder el partido.

A veces un concepto o creencia: filtros con los que se puede enfocar una situación (además de los corporales, energéticos, de polaridad, emocionales, jerarquía, etc. De los que nos habla la Antiterapia), puede cambiar el grado de estrés que generamos en ciertas situaciones, cambiando de esta manera la “realidad” de un suceso. Por lo que comenzamos por poner las cosa a nuestro favor, entendiendo que:

- Una cosa es ganar, y otra, el lado del que se decanta la victoria -

Ganar es alcanzar eso que desde hace tiempo intuimos que es nuestra forma real, eso que siempre a formado parte de nuestras capacidades, pero que hasta el momento no hemos conseguido manifestar o vivenciar. Y esto no depende de que tu rival o tú os llevéis la victoria. Cuando esto se vive así, tu  interés por el rival es el de que tenga el suficiente nivel como para que tú te “superes” y ganes.
Una vez que el cuerpo de Javier (a través de los tests) nos dijo a ambos que el trabajo era suficiente, tocaba jugar…

¡Gracias Javier! porque hacia tiempo que no disfrutaba tanto viendo jugar a alguien de una manera tan fluida, con unos puntos tan largos y gustosos. La gente estaba cautivada y encantada.

Los comentarios de los que jugaron contigo: “no esperaba un partido tan duro, pero al mismo tiempo he disfrutado”, y las invitaciones a que fueras a entrenar con ellos (dios los cría y ellos se juntan… cuando pueden) no dejaron dudas de que se había producido un cambio en tu forma de jugar.

Tu comentario: “buscaba esta sensación desde que tenía 11 años que empecé a jugar, y hasta ahora nunca la había alcanzado”; hace que encuentre (resuene) en mi esta sensación de ganar. Tuve la suerte de ver a un jugador que ganó, unos rivales que ganaron y un público que ganó. Nos llevaste a todos los que tuvimos capacidad para acompañarte, hasta tu ganancia. Es el “Ganar-Ganar” al que nos invita a acercarnos el método de Antiterapia.


Para pedir cita:
Telf: 665 19 76 13.

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